En esta ocasión vamos a hablaros de la importancia de uno de los espacios a los que se suele prestar más atención -y en muchas ocasiones también más presupuesto- a la hora de acondicionar unas oficinas: los despachos de dirección.
Esto no es en vano, ya que en estas zonas, además del trabajo que desempeña la persona que lo ocupa, se llevan a cabo entrevistas y reuniones de vital relevancia en el día a día de la empresa.
La primera parte de nuestra labor en este caso no difiere de la que desempeñamos en cualquier otra tipología de puesto de trabajo, ya que la funcionalidad es la clave en cada una de nuestras instalaciones. Pero en estos casos, debido a su importancia, realizamos un mayor esfuerzo en cuidar la imagen que se transmite al visitante.
Para ello, las líneas, los colores, las texturas y las formas se convierten para nosotros en palabras de un lenguaje compartido con el cliente, que habla de sus valores como pilares fundamentales de la filosofía de empresa que sustenta nuestro proyecto. Vamos a mostraros varios ejemplos de ello:
– En el primer caso que hoy os mostramos, barajábamos diferentes propuestas partiendo de la base de un acabado común en madera natural color castaño que comprendimos que reflejaba el carácter distinguido y la calidad de producto que necesitaba este cliente. ¿Cuál de las dos líneas creéis que eligió finalmente para su despacho?
– En el segundo caso que os presentamos, la línea era el punto de partida sobre el que comenzamos a trabajar, ya que esta serie de mobiliario gustó al cliente desde el principio. Las texturas y los colores fue lo que nos permitió jugar para buscar el equilibrio entre el mobiliario y la imagen del cliente. Le presentamos dos opciones de despachos radicalmente opuestos pero igualmente atractivos.
– Con este otro ejemplo queremos mostraros cómo nuestra amplia oferta de producto nos permitió abarcar las distintas tipologías de despacho que una gran empresa puede necesitar para directivos de distintos niveles. A través de los elementos de los que al principio os hablábamos (líneas, colores, texturas y formas) adaptamos el espacio al uso para el que estaba concebido, transmitiendo la impresión deseada en cada uno de los casos.
– Por último, quisera mostraros un claro ejemplo de que las zonas reservadas para uso como despacho no son siempre las que tienen las formas más agradecidas. En esta ocasión supuso un reto utilizar el resto de variables en nuestro favor para conseguir el resultado más satisfactorio cumpliendo las expectativas del cliente.